Las bahías bioluminiscentes de Puerto Rico son verdaderamente un espectáculo para la vista. La luminiscencia es causada por microorganismos que reaccionan al movimiento brillando y dejando un rastro de azul neón. Los españoles que llegaron por primera vez pensaron que la bahía era una obra del diablo e intentaron impedir que las aguas del océano entraran en la bahía. Todo lo que hicieron fue aumentar la luminosidad y crear áreas protegidas para que disfrutáramos.